Takiwasi es una comunidad terapéutica abierta, es decir, las puertas del Centro siempre están abiertas. Nadie está obligado a quedarse en el Centro, pero los que se quedan, están en el deber de respetar las normas básicas de funcionamiento y convivencia que se firman en el Compromiso de Ingreso, documento que debe ser enviado antes de la llegada a Takiwasi, y que representa la aceptación de las condiciones del tratamiento de adicciones.
En Takiwasi no existen medios de presión ni de violencia para seguir el tratamiento. Esto quiere decir que el paciente que ingresa a nuestro Centro debe estar realmente motivado para curar su adicción.
Se respetan los derechos humanos, así como la libertad de culto religioso. Ningún paciente es internado ni retenido contra su voluntad.
Los tres primeros meses no habrá ningún contacto con los familiares. El paciente necesita un tiempo de aislamiento de todo contacto exterior para la reflexión y toma de consciencia de sus actos pasados. Corresponde a una etapa de "destete" tanto del núcleo familiar como de la droga. Sin embargo, los familiares podrán tomar contacto con el psicólogo asignado según programación.
El equipo terapéutico está formado por médicos, psicólogos, curanderos, educadores, así como etnobotánicos empíricos. Es tradición en el Centro que los terapeutas pasen por un proceso de iniciación y auto-experimentación con la medicina tradicional amazónica; de este modo se asegura una buena relación empática y de acompañamiento en el proceso del paciente residente.
Las actividades terapéuticas son siempre dirigidas por profesionales. Los pacientes no están jerarquizados por antigüedad. Ningún paciente es responsable del cuidado de otro ni de dirigir actividades terapéuticas.
La alimentación forma parte del tratamiento. El uso tradicional de las plantas requiere siempre de una dieta alimenticia, es decir, estar en abstinencia de ciertos alimentos y sustancias, así como también de contacto sexual y/o masturbación. La dieta alimenticia es controlada, evitando frituras, condimentos, café, productos lácteos, azúcar y sal en exceso, etc. Además, durante el tratamiento no está permitido el uso de cigarrillos.
La utilización de medicamentos alopáticos está restringida solo a casos de urgencia.
En todas las etapas de tratamiento, la dimensión espiritual se considera un aspecto de gran importancia a contemplar para una curación integral y cambio de vida. Apunta a tomar conciencia y consideración al respeto por la naturaleza, la vida, y lo sagrado, dimensiones olvidadas por el errante camino de la drogadicción.
En Takiwasi existen prácticas religiosas cristianas católicas, como celebración de la misa y otras. Los pacientes pueden acudir voluntariamente. Otras manifestaciones religiosas o espirituales son respetadas y se buscarán los espacios para su práctica adecuada.
El trabajo cotidiano en las diferentes áreas, como panadería, cocina, limpieza de casa y jardines, etc., constituye parte del tratamiento y una forma de retribución personal del paciente a la institución.
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