Introducción

Soy psicólogo de formación, cuando llevé el curso de Psicología General, el profesor dijo: “Los psicólogos son los curanderos de la gente de la ciudad...”. Esto fue un hecho aislado en mi vida, nunca lo medité, sin embargo ahora lo medito cada día, porque encuentro relación con el trabajo del psicoterapeuta. Los curanderos también son psicólogos, ya que son los que ayudan a aliviar los problemas psicosomáticos de los pobladores de una determinada región, que carecen –algunos – de los servicios en salud mental. Quizás me incomodó aquella expresión por lo de curandero, porque desconocía totalmente el trabajo de estas personas. En los ambientes o círculos académicos, generalmente se piensa que este tipo de trabajo tiene que ver en gran parte con la sugestión o con la charlatanería.

Actualmente y luego de un proceso de iniciación y experimentación personal en el curanderismo amazónico, pienso que la sugestión tiene poca o ninguna relación en el mundo de la Medicina Tradicional. Es un término limitante y poco expresivo de un conjunto de técnicas y procedimientos que deberían ser enfocados de otra manera, o en todo caso debe ser tema de investigación para ver cómo este fenómeno produce alivio o curación en las personas. La experiencia es personal, cada uno está con uno mismo.

Soy natural de la Región Amazónica del Perú (Iquitos), nunca pensé continuar mi formación profesional y personal en un lugar tan apartado de donde estudié (Lima). Pensaba hacer cursos de formación y hasta tal vez pasar por un psicoanálisis.

Cuando uno va estudiando se está formando desde una visión y orientación exterior, occidental, con todo lo desarrollado y creado para la profesión. Cuando llegamos a laborar en nuestra región, nos encontramos con otro conocimiento, con otra visión de las enfermedades y otras formas de afrontarlas, nos encontramos entonces con un conocimiento regional-autóctono. Este conocimiento no es una creación, no es el resultado de proyecciones e intelectualizaciones. Es un conocimiento que viene desde nuestro SER INTERIOR. Al cual se accede – en la amazonía y de otras partes del mundo – con la ingesta de ciertas plantas, llamadas Plantas Maestras.

¿Que son las Plantas Maestras?

Ayahuasca

En la Amazonía son las plantas, algunas con efectos psicoactivos, que los hombres y mujeres las llaman “Maestras” porque ingeridas adecuadamente generan conocimientos a través de sueños, visiones, percepciones e intuiciones, de sus propiedades curativas. Por sus propiedades enteógenas también sirven para darnos una visión introspectiva sobre nosotros mismos, y sobre la vida en general.

Cada región del mundo y las culturas tradicionales tienen sus plantas maestras, así en el norte de México está el peyote, los Mochicas en el Perú usaban el cactus llamado hoy San Pedro. La ayahuasca es la Planta Maestra por excelencia en la región amazónica de Perú, Ecuador, Colombia y Brasil su uso es ancestral. Los grupos nativos la ingieren para múltiples fines, entre ellos la curación, el aprendizaje de la medicina, preparación para la caza, para ver hechos pasados y del futuro, así como armonizar se con la naturaleza y los espíritus que en ella habitan.

¿Como enseñan?

El procedimiento básico se da a través de la llamada Dieta, técnica de uso milenario, que consiste en hacer un retiro a la Selva e ingerir de la mano de un Curandero alguna planta maestra. El tiempo es de por lo menos 8 días y este se puede prolongar a meses o años según el caso. En este retiro el “dietador” (persona que hace la dieta) estará con alimentación austera, sin sal ni azúcar, sólo podrá comer plátanos verdes sancochados (inguiri), avena o arroz. El dietador no podrá ser visto por otra persona, sólo por el Curandero, quien le atenderá convidando la planta, preparando y llevando su alimento.

Durante la Dieta, el aislamiento de relaciones personales, mas no sensorial – ya que uno está en la selva en contacto con el canto de los pájaros, la vegetación, el sonido del río, etc. – y la alimentación austera estimula la producción onírica, y es a través de este acto de soñar, de donde los curanderos aprenden cómo curar y le son “entregados” por la madre o espíritu de la planta ciertos cantos llamados ikaros, herramientas básicas para la curación.

La Ayahuasca es considerada como “maestra de maestras” y por ende su voz considerada como la excelsa voz de la sabiduría.

El uso tradicional de la llamada dieta ha sido para curar diversas enfermedades físicas, como reumatismos, enfermedades bronquiales y respiratorias, traumatismos óseos e infecciones. Se ha comprobado en el trabajo empírico de los curanderos la eficacia de este tratamiento también para enfermedades psicógenas ya que favorecen la rememoración de hechos o situaciones del pasado no metabolizados por la persona. Es dedicar un espacio sin tiempo ni preocupaciones a la introspección y retomar contacto armónico con la naturaleza.

Algunas plantas utilizadas en las dietas

Ajo Sacha

(Mansoa alliacea)

Refuerza el físico, la voluntad, la autoestima y la capacidad de decisión. Es “la planta de la vocación” porque ayuda a discernir la identidad de cada uno.

Ayahuasca

(Banisteriopsis caapi)

Reequilibra las energías y despierta la intuición. Conecta con el pasado y el futuro. Abre las puertas a las profundidades del ser humano, ayudando en la reconciliación.

Bobinzana

(Calliandra angustifolia)

Tranquiliza, provoca reflexiones, suavidad de sentimientos. Favorece el enraizamiento, la comunicación afectiva, la alegria espiritual y la apertura del corazón.

Camalonga

(Strychnus sp.)

Reequilibra el sistema nervioso, brinda calma y tranquilidad. Aumenta la actividad onírica y de las ganas de trabajar. Limpia y reequilibra a nivel energético y espiritual.

Chiric Sanango

(Brunfelsia grandiflora)

Aumenta la confianza en sí mismo. Elimina los miedos y el frío físico y afectivo. Restaura el equilibrio masculino - femenino. Es utilizada contra los reumatismos.

Chuchuwasi

(Maytenus macrocarpa)

Es la planta de la fuerza, de la estructura. Endereza, corrige, enseña la rectitud y restituye el justo centro, tonifica. Actúa sobre los temas transgeneracionales.

Coca

(Erythroxylum coca)

Brinda balance y equilibrio, estimula la producción onírica. Es un tonificador, también calma el dolor físico y emocional. Tranquiliza y permite cicatrizar las heridas.

Uchu Sanango

(Tabernaemontana sananho)

Tonifica, afirma la voluntad, enseña la rectitud, a corregir los errores y a hacer planes concretos para el futuro. Ayuda a eliminar los pensamientos negativos.

Ushpawasha Sanango

(Tabernaemontana undulata)

Favorece la expresión y metabolización de recuerdos de importancia afectiva, la catarsis y el balance emocional. Es llamada “la planta de la memoria del corazón”.

Utilización del conocimiento autóctono en el tratamiento de problemas actuales del hombre

En Takiwasi (“La Casa del Canto”), Centro de Rehabilitación de Toxicómanos y de Investigación de Medicinas Tradicionales (Tarapoto), el trabajo de investigación de base, puso interés en los casos de adicción a pasta básica de cocaína y al alcohol tratados con medicina tradicional amazónica. Los resultados son alentadores.

El abuso de las sustancias psicoactivas conlleva a una modificación de los estados de conciencia, sin embargo es un caminar sin rumbo ni dirección, centrados en procurarse sensaciones “raras” y “evasivas” propias de las adicciones, donde el individuo rompe su relación con la naturaleza, no respetando las leyes naturales, relación importante para la salud integral.

Ayahuasca

El uso de ciertas sustancias psicoactivas, como la Ayahuasca, también produce estados modificados de conciencia, capaz de amplificar nuestra conciencia y percepción de la realidad, trayendo consigo efectos altamente terapéuticos. Pero este uso debe estar enmarcado dentro de un ritual de curación, acción de vital importancia que resalta el respeto a la naturaleza y a lo sobrenatural. La Ayahuasca no genera adicción ni dependencia ya que sus efectos psicoactivos son metabolizados inmediatamente, en especial a través del proceso visionario.

El uso de la Ayahuasca, en el Centro Takiwasi, se da de la forma tradicionalmente usada. Son sesiones colectivas nocturnas, dirigidas por un Curandero que ha pasado por el proceso iniciático, incluyendo dietas. Existen condiciones mínimas para participar de este ritual de curación, como abstinencia sexual el día de la toma y dieta alimenticia, no comer carne de cerdo, ají, no tomar alcohol ni fármacos. Se debe descartar personalidad bordeline y uso de antidepresivos.

El efecto de la planta se conoce como “mareación” y cuando es posible de experimentarlo –no todas las personas que ingieren la sustancia experimentan los efectos – produce visiones, sensaciones físicas, afloración de emociones y recuerdos reprimidos, intuiciones y también manifestaciones físicas, como vomito o diarrea. Todo ello procurando una verdadera catarsis: físico y emocional. El nivel del darse cuenta o del percatarse, es altamente productivo, podemos entender muchas cosas de nosotros mismos en el aquí y el ahora, produciéndose cambios estructurales importantes, con plena conciencia y recuerdo de ello.

El trabajo personal quedaría en el hecho de cómo volcar toda esa experiencia surgida a nuestra vida cotidiana. Como en todo trabajo de evolución personal se requiere de espacio y tiempo.

Es necesario mencionar aquellos casos en que la Ayahuasca no produce ninguna sensación ni efecto en el que la ingiere, a pesar de ingerir el mismo preparado y en iguales cantidades. Estamos entonces frente a personas con resistencias importantes a asumirse – miedo a ver lo que uno es. Existen bloqueos físicos y energéticos que impiden de manera inconsciente el trabajo de interiorización, como se puede observar en las llamadas resistencias. En estos casos es necesario recurrir a otras plantas que actúan a nivel del bloqueo, que son plantas vomitivas o purgativas y luego volver a tomar Ayahuasca.

Ayahuasca

Ante todo ello es también de suma importancia la actitud y estado psicosomático de la persona, tiene que haber una conciencia clara de lo que se va a hacer y una disposición respetuosa, abierta y de confianza. Mientras se desarrolla la sesión hay permanente acompañamiento terapéutico por parte del curandero-terapeuta, quien también ingiere la planta para “sintonizarse” con el paciente y su problema.

En el Centro Takiwasi, este material surgido de las sesiones de ayahuasca y la dieta: visiones y sueños, van a ser trabajadas a través de un acompañamiento psicoterapéutico. Estos contenidos van a ser metabolizados de manera consciente por la persona y el terapeuta en entrevistas personales, dinámicas de grupo, análisis de contenidos de visiones y sueños, técnicas expresivas con talleres de cerámica y pintura, trabajo corporal y biodanza

Se trata de dar un acompañamiento, de tal forma que la propia persona vaya poco a poco entendiéndose y asumiéndose. No se trata de curar al paciente en base a nuestra formación y nuestros esquemas mentales –proyecciones– como observamos en la psicoterapia convencional sino que el propio paciente vaya descubriendo con la ayuda de las Plantas Maestras a su propio Maestro Interior.

Tal vez a partir de una visión regional-autóctona de la Planta Maestra apuntar hacia la función psicoterapéutica de la planta como alimento amplificador y estimulante de la fuerza automedicatriz del Maestro Interior, de la conciencia profunda que va más allá de la concientización neo-cortical.


Artículo publicado en el libro "Memorias del Segundo Foro Internacional Sobre Espiritualidad Indígena" pp. 58-62 Tarapoto, 1998